Sobre el cambio...
¡Qué altercación! Que blanco porque blanco y no negro porque blanco también, y el hórden y los orarioz y la gran gorda vida girando en un frenesí rabioso, vomitando su espuma mugrosa en las caras atónitas de los cadáveres ociosos con make-up escénico disfrazando su latencia.
¿Y ahora qué pasa, eh?
El cambio es la única constante. ¿Acaso también la única salida?