jueves, diciembre 28, 2006

Gemidos

En las estrellas del balcón se adivinaban las 11 de la noche; si era viernes o sábado ya era fútil. El departamento alumbrado sólo por el destello azulado de la película que se hacía esperar mientras ellos se escapaban entre risas. En la cocina, el pochoclo ya empezaba a reventar con cierta prepotencia. En el pasillo, él echó una mirada cómplice y ella lo siguió sin pensarlo demasiado. Las palabras ya sobraban cuando el baño les abrió la puerta.

Se encontraron gimiendo al unísono, gozando cada milímetro de placer que escapaba de sus cuerpos convulsos. Se retorcían, se arañaban, mordían la nada; hacían entrechocar sus dientes mientras el sudor los lustraba, embelleciendo sus figuras semidesnudas, refulgentes bajo la penumbra y la luz tenue reflejada en azulejos.

De repente, el clímax. El, por su fisonomía más robusta, defecó en el inodoro. Ella, en el bidet. Una vez culminado el acto, echaron un poco de soda cáustica sobre éste último para limpiar las huellas del placer y se fueron juntos a ver una de Tarantino. En la cocina, el pochoclo echaban humo.

viernes, diciembre 08, 2006

Se retuerce mi nostalgia

Se retuerce mi nostalgia
al tocarte en el letargo,
pues el tiempo te ha tragado
y ya eres parte del pasado.

Construíme, cobijame.

Bajo el sol, o en plena lluvia,
se retuerce mi nostalgia,
que susurra salpicando
viejas dichas, otras vidas.

Destruíme, denigrame.

Mil penumbras te abrazaron,
desgarrando mis mejillas.
Se retuerce mi nostalgia
y los cielos hoy se asfixian.

Abrazame, abandoname.

Se retuerce mi nostalgia,
mas no el alma, tan curtida
por la flecha, por la brisa,
por la rosa ya marchita.

viernes, diciembre 01, 2006

Familia

Al igual que todo hombre, me encantaría en un futuro formar una familia. Ustedes saben: casarme, tener mi casita, mi auto, mi patio, perro, hijos, etc. Por supuesto que voy a esperar que mi familia sea la mejor familia del mundo: que mi mujer sea buena, que mi casa sea linda, que mi auto ande bien, que mi patio tenga flores, que mi perro no ladre (ni me cague la alfombra del baño) y que mis hijos sean perfectos. Ese "perfectos" significa que me encantaría que sean creativos, valientes, inteligentes... genios si se quiere. Es por eso que tomé la determinación de darles la mejor crianza que concibo para lograrlo: les voy a pegar a diario con un nervio de vaca... o con un látigo, o con una madera astillada (si la arranqué de un cajón de verdura y tiene un clavo oxidado, mejor), o con lo primero que encuentre. Voy a ser un padre violento, alcohólico y drogadicto. Voy a abusar sexualmente de la niñera (menor de edad) en el living de mi casa linda a la hora del almuerzo, le voy a decir "puta" a mi mujer buena, y si los chicos lloran, los voy a calmar con música de cámara y sedantes para animales. Probablemente también los haga dormir en jaulas y les dé con picana de vez en cuando, así aprenden también a contener los esfínteres por más de una o dos semanas.


¿O acaso ustedes conocen alguna persona con infancia feliz que haya llegado a la inmortalidad artística, cultural o intelectual?